Copyright

Los escritos de este blog son registrados en el Instituto de Propiedad Intelectual. Todos los Derechos Reservados Ricardo Dávila Díaz Flores © 2007
Conversación IV (Parte II)

Aquí tiene el agua.

De nada.

Me gusta cuando dice la palabra gracias. La dice como si nadie la hubiera dicho ni escuchado antes. 

En fin… mi padre se inclino hacia delante y con los ojos muy abiertos -tan abiertos que se podía ver el futuro en ellos- siguió hablando.

Pero escúchame bien, todo lo que digo mañana ya no tendrá sentido. Porque todo va a explotar. El gobierno y la iglesia han puesto sobre la mesa del mundo las tres cosas por las que el ser humano se ha peleado siempre: dios, la propiedad y el dinero. Es imposible el banquete de la civilización. Van a desaparecer. También se irán las escuelas, las farmacias, los seguros, los bancos, las empresas… todo habrá de derrumbarse.

Es innegable que todo eso alguna vez brindó fraternidad al mundo, que alguna vez sirvió a la humanidad, pero ahora sólo crea enfrentamiento.

¿Escuchas y ves el ajetreo? Es el estertor de algo que definitivamente desaparecerá. No en una revolución, no en una guerra, desaparecerá muy poco a poco, con la evolución de los años. A la transición sobrevivirán el arte, la ciencia y la tecnología. Las únicas que han demostrado ser capaces de impulsar a la humanidad hacia adelante sin estorbar ni provocar peleas. 

El sentido común, la lógica y la sencillez, están a punto de ganar. La sencillez, que es la semilla de la belleza, crecerá en todo el mundo. Una ola de imaginación y creatividad inundará la humanidad. 

¡Pero si estamos a punto de vivir en la luna! ¿Cuánto de lo que conoces crees que sobrevivirá? ¡Nada! Todo se reorganizará bajo la nueva forma de lo sencillo.

¡Bienvenido, hijo mío a la segunda creación!

La palabra ayudará en esa tarea, habrá que renombrarlo todo, por eso los escritores son importantes. Ya no será gobierno sino servicio. Ya no será Iglesia, sino reflexión El gobernador, el presidente, el senador, serán llamados servidores. ¿Te das cuenta de la diferencia: Gobernador suena importante, servidor suena útil. En la palabra quedarán sellados los cambios. Un cambio de palabra puede cambiar el mundo. No te imaginas lo que las palabras llevan dentro. 

Sigue nombrado a las cosas nuevas, sigue estimulando la imaginación de las personas para que a fuerza de trabajarla se haga realidad. Antes de que existan, las cosas se piensan. La imaginación es el mapa que nos guiará hacia nuevas realidades. 

Y mire que razón tenía mi padre: ya hay gente viviendo en la luna, apenas quedan escuelas, y las iglesias, los congresos, las universidades… ahora son museos. 

Mire cómo nos organizamos ahora, sin nadie que nos robe. Miré cómo aprendemos, sin nadie que nos castigue. Mire todas esas casas que se han levantado con esas impresoras… Todo eso que la humanidad imaginó empieza convertirse en realidad.  Cuando el proceso termine, podremos decir que la imaginación salvó de nuevo al mundo.

En fin… así fue como me hice escritor y escribí todos esos libros que me hicieron importante. ¿Cómo? Sí, claro, puede ser que también haya sido útil. Ojalá. Pero espere usted a que me muera, uno de los errores más grandes de la humanidad es levantar calles y estatuas a personas que siguen vivas. 

Lo importante es que entienda lo que mi padre quiso decir: en la política no hay opción: o se es útil, o se retira uno de ella.  Porque la responsabilidad del político no sólo es cuidar, frente a sí mismo, una fuerte vocación de servicio, sino que debe proteger y cumplir, ante los demás, los deseos- mejor dicho, las ordenes- de todos aquellos que han puesto, en sus manos, las riendas del progreso y el porvenir. 

Por cierto, esa silla en la que está sentada, la imprimí yo.